Escalada artificial aplicada a espeleología


Por Toño.

El evento tenía lugar en la localidad madrileña de El Molar, el 3 de octubre.

Presentes los congregados, cuando eran las 11:00 a.m., se dispusieron próximos a la pared de prácticas dando lugar al isagoge de la teoría. Son momentos así los que te muestran el vasto mundo de la espeleología, los que te recuerdan las variopintas actividades que se llevan a cabo en el mundo subterráneo, los que te enseñan que no es sólo un mundo de bajar y subir.

Una impecable teoría ya nos anuncia un curso que promete, con tres modos diferentes de poder efectuar una escalada subterránea valiéndonos para ellos de nuestro usual equipo de espeleo. Una teórica con una exposición de elementos exclusivos qué, sin ser nuevos, si poco habituales como la barra Raumer, la placa Alien, los anclajes DBZ….Una teórica que, una vez explicadas las distintas clases de escalada, nos inquietaba e iba inyectandonos cada vez más ganas de proceder a las prácticas.

Llegado el final de la oratoria por parte del docente, los cursillistas procedimos al reparto de material, parabolts largos por un lado, parabolts cortos por otro, DBZs, taladros, brocas de 6 y 8, equipos de burilar, cuerdas…, pués bien, con todo este elenco colocadito por nuestros arneses nos abocamos hasta la pared de prácticas. Bajo un calor inesperado empiezan a rotar los taladros, vamos a escalar!.

Antes de meternos con detenimiento en cada una de las formas de escalada, creo que merece la pena apostillar en que hay elementos comunes a los tres tipos de ascenso, siendo estos:

  • Nos colocaremos la cuerda de asegurar pasándola por ambos arneses a través de los huracos textiles, comenzando por uno del arnés de pecho, continuando por los que cierran el arnés ventral y terminando por el parejo del arnés de pecho, fijando la cuerda a los arneses con una unión Flemish.
  • Un compañero que, al igual que en la escalada tradicional, nos asegurará desde abajo. En el caso de hacerlo con un Stop pasará la cuerda por la polea inferior, obviando la que está sobre ésta y sacando la cuerda de este descendedor por encima del eje superior. Si se hiciera uso de un Dressler para asegurar, manejaremos este descendedor como siempre.
  • Avanzaremos a ritmo de taladro anclándonos con la cuerda en los parabolts.
  • Trabajaremos para progresar de pies sobre el pedal o pedaleta que el tipo de escalada determine.NUNCA haremos uso de nuestros cabos de anclaje pués ello supondría un problema en caso de que, ante una complicación, el compañero que nos asegura tuviera que bajarnos.
  • Nudo fin de cuerda. No coment.

Escalada con barra Raumer

Asegurados en todo momento por nuestr@ compañer@ taladramos por primera vez desde el suelo con la máquina cargada con broca de 8. Conseguida la profundidad suficiente colocamos el parabolt con una placa Alien. Esta placa presenta, a diferencia de las placas ordinarias, dos orificios para instalar en ella dos mosquetones. En el agujero inferior colocamos el mosquetón destinado a la cuerda con la que nos asegura el compañer@. El orificio superior será el indicado para, sine qua non, el mosquetón de la barra Raumer. Este útil es el verdadero protagonista de este curso. Resulta increíble lo que puede dar de sí una barra de exiguas dimensiones con un peso etéreo. Instalada la barra por su orificio central en la placa Alien, nos subiremos a los pedales alojados en un extremo, lo que hará que la barra Raumer quede en posición vertical, perfecta para trabajar. Del otro extremo de la barra, ahora el más alto, una cuerda con nudo de atore, nos acomodará, gracias al croll, para volver a taladrar y poner el siguiente parabolt y placa Alien, maniobra que realizaremos desde los escalones más altos.

Escalada con dos pedaletas

Este tipo de escalada requiere de dos pedaletas, por lo que el cursillista irá provisto de una segunda pedaleta además de la suya habitual. Se trata del estilo que más demanda el uso de la taladradora y por ello, quizás, el más trabajoso. Desde el suelo y asegurados por nuestr@ tenaz compañer@, taladro con broca de 8 y fijamos la primera placa con parabolt. Asegurados del anclaje procedemos a la maniobra que caracteriza este modo de escalada. Pertrechados de sendas pedaletas, las presentaremos en la pared con el objeto de que, fijadas con ulterioridad, nos podamos colocar en ellas con la mayor comodidad. Para ello se anclarán de la siguiente manera, con broca de 6 y habiendo calibrado bien la profundidad del taladro, colocaremos el DBZ. Abundando en el DBZ, decir que se trata de un anclaje, exclusivo para las pedaletas, con forma de clavo evolucionado. La verdad es, que mejor verlo. Si es importante saber sobre este anclaje que para una perfecta fijación, percutiremos sobre el apéndice en forma de T que asoma en su cabeza hasta que ésta última quede totalmente plana, si bien tendremos presente que la T ha de estar en posición vertical. Golpearemos hasta que entre la pared y la cabeza del DBZ quede la suficiente holgura para colocar una chapa que se pueda extraer con facilidad. Hecho esto, y con unas chapas extraíbles, manufacturadas por el propio docente, situamos nuestras pedaletas en los DBZ instalándonos sobre ellas y una vez acomodados, broca de 8 y seguimos escalando. Ni que decir tiene que, asegurados en el siguiente parabolt, recuperamos las pedaletas y seguimos con el DBZ. Mencionar antes de pasar al tercer modo de escalada que pueden ser usadas placas ordinarias para las pedaletas, utilizando en este caso parabolts en lugar de anclajes DBZ.

Escalada con pedales

Afrontamos en esta modalidad, con el permiso de la barra Raumer, el sistema más llevadero de los aquí presentados, pues si aquella facilita sobremanera la escalada, los pedales requeridos para este tipo de ascenso nos simplificarán el esfuerzo de manera notable. Se elaboraron en este mismo curso, por parte de los alumnos, dichos pedales que difieren de las pedaletas anteriores en que estos constan de varios apoyos a modo de escala. Con la cuerda adaptada a los arneses y activada ya la atención permanente de ese compañer@ que nos asegura, tras realizar el primer taladro desde el suelo, parabolt perfectamente colocado, nos situamos en la pared y alojaremos los mosquetones de los pedales en el anclaje. Dado que con estos pedales podemos variar de altura, nos adaptaremos a la más conveniente para, de pies en ambos pedales, continuar trabajando con la instalación de los siguientes anclajes.

Un curso este de la escalada más que interesante y sugerente. Quedan latentes en el tintero algunos detalles, medida de la barra Raumer, cuánto peso soporta el DBZ, como tratamos el factor de caída en estas maniobras, como debemos portear el taladro para evitar accidentes…. Lo mejor para saberlo es que hagáis lo mismo que yo, presentaros al siguiente.

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