Por Ruben.
4 de agosto de 2018
Primero dos, luego cuatro y al final acabamos 7 personas este finde disfrutando de esta travesía tan chula.
Llegamos el viernes sobre las doce de la noche al refu, cervecitas de rigor y a la cama.
Por la mañana empezaron las sorpresas… algo raro está pasando. Nos despertamos sobre las 10:00 empezamos a buscar a nuestro queridísimo y bien amado señor presidente y tachaaaan SE HABÍA IDO DEL REFU A LAS 8 DE LA MAÑANA!!!! Madrugó porque había quedado pronto con sus amigos del esocan (más guapos, fuertes y jóvenes q nosotros…). Pues nada, desayunamos bien, cogimos los bártulos y en marcha para el mortero. Dejamos los coches en el parking habilitado metiéndose por la pista que sale a la derecha en la curva donde empezamos a andar. Mientras que los demás se iban preparando, Marta y yo nos acercamos a instalar el volao del mortero para la salida. Un poco antes de medio camino me percaté que no había cogido la llave de instalar, pero lo mejor……..jaimitada!!! Marta tampoco!!. Dejamos la saca y nos acercamos a los coches a por ellas y vuelta al camino…..como hacía poco calor pues eso para calentar…
Llegamos a la espectacular boca del mortero instaló Marta y vuelta para el camino donde nos esperaban los demás a la sombra de un árbol al lado del camino. Comenzamos a subir la cuesta de cuivo con un sol que no daba tregua y en aproximadamente 20-25 minutos nos plantamos en la boca de cuivo. Llevábamos gps con las coordenadas pero antes de llegar Rafa empezó a olfatear y dio con el cuivo enseguida. Nos equipamos repartiendo las sombras que pudimos encontrar, y padentro… asi con la tontería eran ya las 3 de la tarde.
Bajamos todos el pozo de entrada alegrándonos según bajábamos por el cambio de temperatura…somos más de interior.
En seguida nos pusimos en marcha(tras darnos cuenta q las topos estaban en el coche que Jorge se había llevado, jaimitadaaa!!!,menos mal que varios ya habíamos estado hace unos años!!) por una galería fósil, alguna destrepada sencilla, subida por cuerda con nudos y en seguida un corto rapel con cuerda fija que nos puso en la parte baja del meandro.
Un poco más adelante, caos de bloques y alguna cuerda en fijo nos ayudó a superar varios resaltes de entre 3 y 7 metros.
Justo antes de llegar a la sencilla trepada que da acceso al meandro del spa, a una de las botas ya bien amortizadas de Montse hubo que procurarla un vendaje ya que le dio por despegarse la suela jajajajaimitada!!!
Después de unas risas y un sorbo de agua, entramos en el meandro del spa, divertido donde los haya, con casi todos los resaltes en fijo con alguna cuerda en no muy buen estado. Al terminar los resaltes trepada por la izquierda que nos pone en un corto meandro que termina en rampa en la sala de la lavadora, lugar donde comentar la jugada y hacer el baño checo pertinente.
Tras quitarnos algo de barro de hasta dentro de las botas, nos metimos en el meandro de falopio sin más complicación que buscar el mejor paso, sobre todo para las sacas que portan la colección íntegra de pelis de Bud Spencer, bien por arriba o por abajo a elección del consumidor (qué cabrón Moi que ha descubierto el secreto del botón!!!). El meandro termina en una cuerda fija que te deja en una poza tras un ratito de restregarse. Un poco más adelante, una cuerda en fijo de bajada y a los pocos metros otra de subida…En este punto nos volvimos a dar cuenta que el mundo está cambiando. Algo raro pasa… cuando Rafa iba a subir como muchas otras veces obviando la cuerda Miguel «the busdriver» le chistó y le dijo «no irás a subir así!!»
Silencio seguido de miradas y después alguna risa, fue tal la sorpresa que sin rechistar se enganchó el croll para asegurarse el paso…. el mundo está loco. Después de esto enseguida nos pusimos en el primer pozo del desfiladero del arco que, aunque en fijo, montamos nuestra cuerda por el mal estado de esta (cagada no haberla retirado).
Bajamos los siguiente pozos de 10, 35, 5 y 5 metros para ponernos en el último de 20 metros que te deja en la espectacular sala del arco. Tardamos muy poco en bajar los pozos ya que todos fuimos montando o desmontando algo de forma rápida y fluida.
Después de buscar la microtraxion de Montse, que se fue de copas y no volvió, nos metimos en el meandro de la confluencia, de fácil progresión, que en poco tiempo nos puso en el rio Leolorna.
En este punto tomamos río arriba (para abajo gran pozo y Rubicera), pasamos por la sala de la cascada, anfiteatro, etc. Un poco antes de las cuerdas en fijo de las rampas que dan al agujero soplador, Marta nos enseñó como subir la trepada del pedal haciendo el moonwalker!! Qué momentazo!!!..pena no haberlo grabado.
Pasado el agujero soplador, caos de bloques para arriba y nos ponemos a subir, Moi y Miguel «the postman» por las cuerdas en fijo de las rampas y los demás por el volao mientras Rafa nos daba con el látigo desde arriba.
Último en subir el que redacta, desinstalo y pa los coches después de seis horas de travesía. Ya estaba Miguel «busdriver» esperando con las cerves preparadas.
Nos juntamos ya con Jorge en el Rufaco donde saciamos nuestra sed con unas pocas cañas, riéndonos como siempre de todo y escuchando a nuestro presi contarnos su día de cueveo y paella espeleológica. Podía haber sido más grande y dura…..pero no más divertida!!!!