Por Ceci.
Todos en alguna ocasión hemos sentido el aliento de la muerte pero nunca sabemos lo cerca que estamos porque esta solo nos visita una vez. La mayor parte de esas ocasiones suelen quedar en el olvido y solo las realmente cercanas te dejan una huella en el alma difícil de borrar. El 8 de Septiembre de 2014 yo creo que se me grabo una señal muy profunda que me va a perdurar durante el resto de mi vida.
Los recuerdos de dolor, frio, soledad, angustia, aflicción, desesperanza y sufrimiento por un lado y de compañerismo, solidaridad, amistad, fraternidad y unión por otro fueron sentimientos que rara vez se producen con tanta fuerza y durante tanto tiempo.
Una de las virtudes del ser humano es aprovechar todas las situaciones de la vida aunque sean tan negativas para leer de estas y poder entender algo de la complejidad de la vida.
El sufrimiento de los primeros momentos y la situación tan difícil y de abatimiento en la que estuve inmerso me ayudo a sacar la conclusión de que el ser humano es más fuerte de lo que la mente nos dice en situaciones normales y que solo hace falta ponernos a prueba para darnos cuenta de esa fortaleza dormida.
La segunda conclusión que pude sacar de esta experiencia es que la mayor parte de la gente y sobretodo de la que te rodeas a lo largo de la vida también es capaz de sacar todas las bondades para ofrecerlas altruistamente cuando la situación lo requiere.
Ojala nadie pase por esta experiencia por la que yo pase pero si esto sucede recordad que siempre se pueden sacar aspectos positivos en situaciones tremendamente complicadas.